sábado, 28 de diciembre de 2013

¿Escuchas el sonido de la caja registradora?

A pocos días para finalizar el año, tengo que felicitar al cuerpo de la policía integral vasca (Ertzaintza), más concretamente a la sección de tráfico, por su admirable afán recaudatorio sin cumplir las mínimas medidas de seguridad en la circulación.

Voy a centrarme exclusivamente en uno de los casos que con más frecuencia observo: El radar móvil de Lasarte. Habitualmente, y siempre en el sentido Irun, el coche radar se sitúa en el arcén bajo el puente que salva la A-1 (Captura Nº1). Excepcionalmente, el coche suele colocarse al final del carril de aceleración para incorporarse desde Lasarte, normalmente por delante de una señal de sentido obligatorio (Captura Nº2). En ambos casos, el vehículo oficial suele estar esperando al infractor cerca de la salida 452, unos cientos de metros más adelante.

Captura 1

Pues bien, en ambos casos no se cumplen los mínimos requisitos de señalización de los vehículos radar: Ni luces de emergencia ni triángulo reflectante. Os preguntaréis: ¿Y por qué señalizar un vehículo radar camuflado? Pues por que a todo hijo de vecina nos obligan a señalizar el vehículo en caso de detención, ya que pone en riesgo al resto de usuarios de la vía, especialmente en casos de escasa visibilidad o cuando es de noche. Y pobre de nosotros si nos saltamos alguno de los requisitos exigidos, el talonario echa humo estos días.

Captura 2

El artículo 91 del capítulo VIII, sección 1, punto segundo, dice:

Se consideran paradas o estacionamientos en lugares peligrosos o que obstaculizan gravemente la circulación los que constituyan un riesgo u obstáculo a la circulación en los siguientes supuestos:

a) Cuando la distancia entre el vehículo y el borde opuesto de la calzada o una marca longitudinal sobre ella que indique prohibición de atravesarla sea inferior a tres metros o, en cualquier caso, cuando no permita el paso de otros vehículos.
e) Cuando se efectúe en las medianas, separadores, isletas u otros elementos de canalización del tráfico.
(3.) Los supuestos de paradas o estacionamientos en lugares peligrosos o que obstaculicen gravemente la circulación tienen la consideración de infracciones graves, conforme se prevé en el artículo 65.4.d) del texto articulado.

El punto tercero del artículo 130 del capítulo VII del RGC dice tal que:

En los supuestos a los que se refiere el apartado anterior, sin perjuicio de encender la luz de emergencia si el vehículo la lleva y, cuando proceda, las luces de posición y de gálibo, en tanto se deja expedita la vía, todo conductor deberá emplear los dispositivos de preseñalización de peligro reglamentarios para advertir dicha circunstancia, salvo que las condiciones de la circulación no permitieran hacerlo. Tales dispositivos se colocarán, uno por delante y otro por detrás del vehículo o la carga, como mínimo a 50 metros de distancia y en forma tal que sean visibles desde 100 metros, al menos, por los conductores que se aproximen.

Creo que la siguiente vez que observe a algún vehículo radar comprometiendo la seguridad de la circulación llamaré al 112 para avisarles. Una cosa es que se metan en sentido contrario por una calle con el cometido de salvar vidas. Otra cosa es que algún conductor pueda tener un accidente por el ansia recaudatoria del Gobierno Vasco.

Ya de paso desearos un feliz año nuevo. Tened cuidado en las carreteras, multanova y su séquito nos acecha.


viernes, 4 de octubre de 2013

¿Feu Vert? ¡Feu Rouge!

Las revisiones pre-ITV para un vehículo de 14 años son casi ineludibles, siempre hay alguna cosa que necesita ser sustituida o ajustada para obtener el visto bueno de los operarios del centro. Os voy a relatar lo sucedido el pasado año:

A mi coche le tocaba pasar la ITV en el mes de diciembre, pero descuidé ese tema debido a que estuve fuera disfrutando de mis vacaciones. A mi regreso, ya en la segunda quincena del mes, me encontré en el buzón con una carta de TÜV Rheinland avisándome de que tenía hasta la primera semana de enero para pasar la inspección. Acto seguido, accedí a internet para consultar la disponibilidad de los centros de inspección más cercanos a mí, llevándome un gran chasco al comprobar que no había sitio hasta mediados de enero. El único centro con disponibilidad era el de Applus de Jundiz y tenía un par de días para pasar inspección. Con tan poco tiempo de margen para poder acudir a mi taller de confianza, el de toda la vida, pues suelen estar bastante desbordados de trabajo (miman a rabiar a los coches), opté por llevarlo al FeuVert del Centro Comercial Urbil, en Usurbil, donde ofertaban una revisión rápida tan completa que ríete tu de un tacto rectal.

Unas cuántas horas después (y ciento y pico euros después) recogí mi coche. Le cambiaron lo típico: filtros, escobillas de los limpias, aceite, reglajes...pero yo notaba que faltaba algo. Todos los caballos que solía ofrecer el motor de mi coche parecían unos asilvestrados caballitos de carrusel. Pero bueno, no tenía tiempo y salí camino de Jundiz. Por el camino seguía notando esa carencia de potencia, se quedaba rezagado a la hora de adelantar. La confirmación llegó a la hora de subir el ya mítico puerto de Etxegarate, con sus dos curvas vuelca-camiones, pues se me moría subiendo las rampas, no respondía como era habitual al acelerador. Una vez en Gasteiz decidí abrir el capó del motor, por si acaso veía algo raro y, aunque no soy muy ducho en esto de la mecánica, me encontré con un panorama bastante bizarro: El conector del caudalímetro estaba desenchufado, con el cable colgando por el motor, amén de tornillos sueltos que vete a saber tú de dónde coño eran, por que el coche funcionaba -mal, pero funcionaba-.

Enchufé el cable aquel del caudalímetro y el motor volvió a convertir esos tímidos caballitos en unos auténticos purasangre. Todavía no he podido determinar el origen de esos tornillos, pero se los entregaré al mecánico del taller de toda la vida por si conociese su ubicación original.

Es por ello, querido lector o lectora, que no te recomiendo en absoluto que lleves tu coche al FeuVert del Centro Comercial Urbil. Es más, te recomendaría no llevarlo a ningún centro de esta cadena. Hazme caso, llévalo al taller de siempre, el de toda la vida, aquel en el que han cuidado todos los coches de tu familia como si fueran suyos. Ellos nunca lo llevarían a sufrir a un FeuVert.

jueves, 29 de agosto de 2013

Manteniendo lo justo

Ni tanto ni tan calvo. Que la cosa está desequilibrada en lo que se refiere a inversiones en ferrocarril por parte del ejecutivo vasco es algo tan evidente como que mañana saldrá el sol.

Es indiscutible que se invierta dinero en estos menesteres: La línea 3 del metropolitano bilbotarra, la "Operación Durango" (Inlcuye pelotazo urbanístico fallido orquestado por el anterior gobierno del PNV), las sempiternas obras del desdoblamiento Loiola-Herrera, el gatillazo de la variante ferroviaria de Donostia (Dinero público perdido -regalado- a estudios de ingeniería, empresas constructoras, etc., y Gasco y Arriola de rositas por ahí), los talleres y cocheras de Araso (Actualmente albergan cientos de familias de arañas), la "Y Vasca"...¡Ah! Pedazo de inversión, aunque sólamente sea en el tramo guipuzcoano. Todavía me cuestiono la utilidad de ETS/RFV, aparte de servir para sacar pecho frente a Fomento y poder decir "¡Será por dinero! Ya nos encargamos nosotros de ese tramo y ya echaremos cuentas al calcular el cupo". Ah sí, esto también sirvió para doblar el número de jerifaltes cuando el ente se desgajó de EuskoTren.

Está bien que se invierta en nuevas infraestructuras, pero creo necesario reforzar el mantenimiento de las ya existentes. Hay que reconocer que en el último año ha mejorado la estética de muchas dependencias en la provincia de Gipuzkoa, en relación al tema de la limpieza de los graffitis. Pero claro, los pintamonas no entienden de civismo y no suele pasar mucho tiempo hasta que vuelve a ensuciarse lo que en su día se limpió. Hay mucho trabajo por hacer con el mantenimiento, pero hoy me quiero centrar en la estación de Anoeta, en la línea del "Topo" Amara-Hendaia.



Vista exterior de la estación
La estación fue inaugurada en el año 1992, suprimiendo la brecha que suponía para el barrio el tránsito del tren en superficie. Cerca de 1.500 personas transitan a diario por las canceladoras, número que crece considerablemente los días de partido, conciertos o cualquier otro acto que se celebre en las instalaciones deportivas cercanas. Poco y mucho ha cambiado en estos años: Se cerró la cafetería, se instalaron baños públicos y máquinas de vending, etc. Pero hay cosas que llaman mucho la atención y no precisamente para bien.


Ya desde fuera la estación nos llama la atención por su diseño en forma de platillo volante u hongo. En este tiempo el único cambio significativo ha sido el de la colocación de cartelería del fallido proyecto Metro Donostialdea (Superior luminoso + Hito luminoso + Soporte de cartelería de 4 elementos). Hay pintadas por todo el perímetro exterior y las piezas de plástico de la marquesina-tejabana están muy ajadas y sucias. Las puertas de acceso necesitan un buen lijado y una mano de pintura.

Una vez en el vestíbulo, lo primero que a uno le puede pasar por la cabeza es la necesidad de un buen saneamiento de paredes y una capa de pintura (de un color más atractivo que el actual). La estructura tubular que soporta el peso de la cúpula tiene un dedo de polvo, al igual que el "pasillo" existente a un nivel intermedio bajo la cúpula.

Vista del vestíbulo
La zona de la extinta cafetería, frente a la cual actualmente hay instalados un fotomatón y una máquina de vending ofrece un aspecto de abandono y dejadez. Bien podrían levantar un muro en condiciones o bien ampliar el vestíbulo mediante la recuperación de ese espacio, actualmente desaprovechado.


Los andenes, soterrados, están equipados con luminarias de tecnología LED que varían su luminosidad conforme a si hay un tren o no en la vía. De este punto es mejorable la sustitución del alicatado de las paredes y la sustitución de la cartelería luminosa que indica la vía de evacuación en caso de emergencia, ya que los carteles se encuentran apagados y también falta alguno que otro (Los cromañones toxicómanos que vienen de fiesta arremeten con todo lo que pillan).

La mejora contínua es una rueda que no deja de girar. No debemos dejar que los políticos metan palos entre los radios, pues no existen viajeros de 1ª ni de 2ª. Todos tienen derecho a unas instalaciones fiables, seguras y de calidad.

domingo, 18 de agosto de 2013

Con Kutxabank hemos topado (Y II)

Hace relativamente poco, tal y como relaté en una de las entradas de este blog, he tenido una desavenencia con Kutxabank respecto a un seguro que contraté. La gente de Kutxabank, desde cu suenta de Twitter, me instan a que presente una reclamación. Y así va a ser. La tengo calentita, recién horneada y dispuesta para ser entregada en alguna sucursal (¡La reclamación, malpensados!).



A ver qué me contestan. Si es para bien, paz para todos. Si es para mal, cancelo la cuenta. Tan sencillo como eso.

viernes, 16 de agosto de 2013

¿Qué es eso del EuroLoop?

En una entrada anterior prometía daros un poco la brasa con una básica explicación del funcionamiento del Euroloop, el sistema de seguridad utilizado por EuskoTren en sus líneas de ferrocarril.

El EuroLoop podría definirse como el primo-hermano del sistema alemán LZB, que se utiliza en algunas líneas de alta velocidad en Alemania y en Austria, así como en la C-5 madrileña y en la LAV Madrid-Sevilla. Las funciones del sistema son muy semejantes en cuanto a operativa y diseño: Un cable radiante instalado a lo largo de la vía conformando bucles es el encargado de transmitir los telegramas de datos al tren, dos antenas por cada coche extremo recogen la información emitida por el cable y un ordenador de a bordo interpreta esas señales y se las transmite al maquinista a través de la instrumentación disponible en cabina. En el caso de EuskoTren/ETS, la empresa suministradora de los equipos es la francesa Thales.

¿Y cómo funciona? Veámoslo desde el principio: Al encender el tren, el equipo hace un chequeo para comprobar su buen funcionamiento y pide al maquinista validar la longitud del tren y la velocidad máxima del mismo mediante la pulsación de dos teclas de manera simultánea. Estos dos parámetros vienen establecidos por defecto, con lo que no hay que manipular nada. Una vez pasada esta primera fase, el equipo queda en un estado de "Supervisión Parcial" (S), es decir, que sólo vigila que no se exceda la velocidad máxima de la unidad, que el sentido de la marcha sea el establecido por el inversor y frenar el tren en caso de rebasar una señal en orden de parada.
Cuadro Velocímetro+Euroloop integrado en el COSMOS 

El sistema pasa a un estado de "Supervisión Total" (S)+(SE) al rebasar una señal con un aspecto diferente al de parada. En ese momento se indica en cabina la velocidad máxima del tramo a recorrer (aguja roja exterior en velocímetro), próximo cambio de velocidad (Velocidad Meta) y distancia restante al próximo cambio de velocidad (Distancia Meta). Si circulamos a 80Km/h y el siguiente tramo a recorrer es de 50Km/h, debemos reducir la velocidad teniendo en cuenta la distancia existente a ese cambio de velocidad (Curva de Frenado). Si tardamos en frenar, el equipo actúa según su curva de frenado y aplica el freno de servicio hasta adecuar la velocidad del tren a la velocidad del tramo a recorrer (Margen de +5Km/h). Si la velocidad es excesivamente alta, el sistema lanza un error, aplica una frenada de emergencia y pide reconocer este hecho a través de la tecla de liberación.

¿Se puede circular sin EuroLoop? Por supuesto que sí, pero no hay que bajar la guardia. La reglamentación de EuskoTren no permite sacar a la vía un tren con el equipo inútil, pero sí contempla situaciones en las que el equipo queda inútil en ruta, permitiendo su circulación hasta una estación en la que se pueda retirar ese tren. En estos casos no se permite la entrada simultánea de dos trenes en una misma estación, ya que existe el riesgo de que se produzca un deslizamiento. Las situaciones más habituales son las que se dan con errores recuperables del equipo, que se pueden producir por una lectura errónea del bucle, errores de odometría, etc. En ese caso, el equipo pide liberar y pasa a estar en un estado de supervisión parcial (S). En caso de tener un error no recuperable, el equipo frena el tren y pide ser reseteado y/o aislado.

Cabe recordar que el sistema no sustituye en absoluto a la señalización lateral, por lo que el maquinista debe estar atento a las diferentes indicaciones que se le puedan presentar durante el trayecto y ejecutarlas.

Espero haber sido claro y conciso con la explicación, no me he querido meter en harina por que podría pegarme una buena parrafada. ¿Alguna duda?

lunes, 12 de agosto de 2013

El Euroloop nos vigila desde la vía

Todavía tenemos muy reciente el accidente de la maldita curva de Sangrois. Parece mentira, pero esta tragedia ha hecho aparecer multitud de expertos en seguridad ferroviaria que, al parecer, vivían escondidos en el más absoluto de los secretos. La sed de audiencia de los medios de comunicación no tiene saciedad alguna y muchos han sido los que han echado mano de gente poco conocedora del tema que piensa que sabe mucho, pero, a la hora de la verdad...

Hace escasos días, el ente público vasco EiTB, dentro del Teleberri, emitió un clip de vídeo en el que se mostraba el sistema de seguridad utilizado en la red operada por EuskoTren. Me imagino que este pequeño reportaje se hizo de cara a tranquilizar a la población y mostrarles que viajan en un medio de transporte seguro donde los haya. Y así es.

En los próximos días espero poder escribir una entrada detallada explicando, a grosso modo, el funcionamiento de dicho sistema: El Euroloop. De mientras, os dejo con el vídeo.



jueves, 8 de agosto de 2013

Con Kutxabank hemos topado

Hace ya tiempo que Kutxa se ganó un poco de mi enemistad, digo un poco por que tengo que repartirla entre todos, que tiene que haber para todo aquel que se lo merezca. Os pongo un poco en situación:

Hace año y muy poco que, a la hora de solicitar el aval bancario para el alquiler de mi vivienda en Kutxabank, casi que me obligaron a contratar un seguro de contenido de la vivienda con una duración de 1 año. La operación parecía muy sencilla según el gestor de la oficina, pues únicamente tuve que firmar un documento. No me fue entregada documentación alguna ni me explicaron la letra pequeña que ahora me trae por la calle de la amargura. Me llevé una copia del contrato y a correr.

Recientemente he realizado un cambio de vivienda y he hecho el seguro con una filial de Catalana Occidente, los cuales sí me hicieron entrega de un cuaderno con toda la información necesaria acerca del seguro contratado. Mi sorpresa llegó a la hora de ver el extracto bancario del pasado mes, pues me encuentro con un recibo de 65,16€ en concepto de Biharko Hogar (Kutxabank). Inmediatamente acudo a la oficina donde hice la firma del contrato para pedir explicaciones, a lo que la nueva gestora me espeta que "Tenías que haber avisado de la baja del seguro con 2 meses de antelación". ¡Nos ha jodido! Si a mí me hubiesen explicado ese punto claro que hubiese avisado con esa antelación. Ante la pregunta de a ver dónde aparece esa cláusula, me dice que aparece en el contrato. Solicité la devolución del recibo y me marché a casa en busca del susodicho contrato. Ella, por su parte, ejecuta la baja del seguro.

A las dos semanas (estuve fuera de vacaciones) volví a la oficina a hablar con la gestora, contrato en mano y sin el recibo devuelto en mi cuenta. Huelga decir que en dicho contrato no aparece cláusula alguna en la que explique que yo tenga que avisar con esos 2 meses. Ante esto la chica me dice: "Ah, es que eso viene en un libreto que te han dado". "¿Qué? ¿Qué libreto? El compañero que antes ocupaba tu silla me vendió el seguro y no me dio absolutamente nada", la respondí. Se quedó un poco parada y se puso a trastear con el ordenador. Imprimió un documento y me dijo que lo firmara. Lo leí antes de firmarlo, como no. Y la sorpresa fue que...¡Era el documento de solicitud de baja del seguro! Dos semanas antes me dijo que la baja del seguro lo haría ella y que solicitaba la devolución del recibo. ¡¡MENTIRA COCHINA!! 

Le pedí explicaciones y se puso bastante nerviosa, adquiriendo una actitud bastante borde conmigo. Volví a solicitar la devolución de ese recibo, ya que iba a presentar el tema ante Consumo. Ella se negó un par de veces diciendo "que hubiera avisado con 2 meses de antelación", pero ante mi insistencia aceptó. Por ley, se disponen de 10 días para ejecutar la devolución después de dar la orden. ¿Sabéis que ha pasado? ¡¡SÍ!! No me han devuelto mis 65,16€. ¡Otra mentira más de la gestora!. Ayer intenté ponerme en contacto con ella, pero resulta que está de vacaciones.

Ya estaba un poco hasta las narices de las comisiones, gastos de mantenimiento de cuenta, costes de tarjetas...pero como son gastos "banales" tampoco le he dado mucha importancia. Pero que me quiten 65€ por la cara es algo que no voy a tolerar. Buscaré una entidad más seria y empezaré a domiciliar recibos en la nueva cuenta. 

Hasta aquí hemos llegado.